Tanto la Virgen de los Dolores como la de la Soledad de los Servitas lucen ya ataviadas para el mes de los difuntos por Antonio Bejarano.
La Virgen de los Dolores luce como antaño, de una manera muy parecida a cuando fue concebida por Montes de Oca, con un traje negro bordado, diadema dorada y el corazón con los siete puñales de la Virgen de los Dolores, este último recuperado hace poco por la hermandad.
La estampa recuerda a los grabados de la imagen realizados en el siglo XVIII por autores como Nicolás Carrasco, Diego de San Román y Codina o de Francisco Gordillo.
Por otro lado, la Virgen de la Soledad luce un tocado de tul colocado de manera cruzada, con corona y puñal dorado.